jueves, 21 de abril de 2011

Exhibicionismo y mentiras

Escribir para otros es una forma de exhibicionismo, pues con las palabras das a conocer una parte de ti, no física como en la exhibición. Así querid@ lector@, lo convierto en mi cómplice oficial de estos escritos.

Quiero que estos escritos signifiquen algo para usted: ya sea una sonrisa, una lágrima, un enojo o un mal ejemplo. Perdón por este lapsus, pero a las personas que no conozco las trato de usted, lo que termina siempre un alejamiento natural, pues al parecer los buenos modales implican frialdad o alejamiento. Por algún tiempo querid@ lector@, lo seguiré tratando de usted, pues en mi imaginación aún no l@ conozco lo suficiente como para llamarl@ de otra manera.

Hasta el momento le he contado algunas cosas que no he contado a nadie más, por lo que ha tenido un asiento de primera fila a esta obra que sigue en pie. ¿Algo en especial qué quiera ver? ¿Algo de terror, comedia, drama, nostalgia, paz? Estoy aquí como su narrador personal, como una especie de daemon que busca su oído. Como no puedo oirl@ empezaré ahora...

Contar mentiras es un arte que se desarrolla con el tiempo. Al principio las mentiras que uno cuenta solo dicen lo contrario de lo que paso en la realidad, "yo no rompí el vaso, fue mi herman@". Poco a poco se entiende que el verdadero arte de contar mentiras consiste en algo sencillo: mezclarlas con la realidad. La mejor mentira para que sea efectiva tiene que tener partes de realidad inscrustadas, aunque el centro sea completamente falso. Es como un pastel de capas, donde la mezcla de mentiras y verdades sea deliciosa. Creo que pedirás un ejemplo querido lector@, por lo que me veré obligado a dártelo:

En primer lugar hay que encontrar el núcleo de la mentira, es decir, la parte importande sobre la que se quiere ocultar la verdad. Para este ejemplo usaré una situación común: el salir con amigos que se consideran pésimas compañías. Luego para hacer la mentira efectiva hay que quitar el núcleo y sustituirlo con una verdad, pero ocurrida en un tiempo ligeramente distinto. Cierto, olvidaba un detalle importantísimo: el público al que va dirigida la mentira, pues en la sustitución de la verdad se tiene que cuidar que el público meta sea incapaz de verificar si se llevo a a cabo la sustitución de la verdad.

Para este caso usaré una madre como público meta, y la sustitución de la verdad será una cita con un amigo X el mismo día de la salida que se quiere esconder. Es de vital importancia que esa cita se dé y exista, para dar detalles verdaderos. Hay algo que trabaja a  favor del mentiroso: pocas personas recuerdan las horas exactas. En si hay un error de como 30 minutos en la mayoría de las personas, y ese tiempo se vuelve mayor con las personas de mayor y menor edad.

Cuando se le pregunta al mentiroso: "¿dónde estuviste?", éste puede responder fácilmente "estuve con X e hicimos las siguientes cosas, también fui a este lugar (hecho verdadero) después de haber estado con él". Solo una investigación con testigos e informantes podría ser efectiva, pero una buena mentira debe conocer a su público, por lo que si hay testigos e informantes el mentiroso tendrá que tomar las precauciones necesarias para agregar las verdades que considere indispensables.

Gracias por su ojos y oídos atentos querid@ lector@

lunes, 18 de abril de 2011

Fantasías Universitarias

Mi imaginación más frecuente en la universidad era ponerme una pistola en la boca en clase y volarme la tapa de los sesos. Después de eso encontraría la forma de volver a la vida y volverme el gobernante del mundo a través de una serie de pruebas en el inframundo.

El problema que tuve con la universidad fue que la consideré un fin, no como un medio en la eterna carrera para mejorarse a uno mismo. En lugar de pensarla como solo un peldaño más en el continuo ascenso, llegué a considerarla como el pináculo de una vida. Esa comprensión de que no era el fin me llevó a sentirme atrapado y querer escapar de ese lugar, pues no podía ser el mejor como había estado acostumbrado.

Terminé esos años de estudio sin un camino claro, y sólo el azar me llevó a tomar más preparación, al darme cuenta de que sólo había ganado un lugar en la mesa, mas ganar la mano dependería de muchas cosas en adelante. Ahora me doy cuenta de que tengo problemas que he arrastrado por años y que he estado transformándolos, cambiándolos y sublimándolos de muchas maneras posibles, además de acumular nuevos problemas durante este tiempo que llamo "mi vida".

Estos escritos carecen de estructura, pues solo son comprensiones por parte mía,son solo un reflejo de una mente perturbada y enferma que busca la quietud del agua al echar la basura fuera, y dejarla a exposición de los demás. La mayoría de los artistas necesita una ventana, en mí caso, solo me basta un espejo que refleje esta figura, a la que trato de entender y de la que lanzo pedazos incomprensibles de mi ser con la esperanza de que alguien pueda juntar las piezas y de alguna manera comprenderme.

Este es su sino, querido lector,  encontrar algo con lo cual crear estructura de un caos que no tengo intención de corregir y de encontrar la salida de un laberinto del que no deseo salir. Tengo la arrogancia de creer que lo que escribo tiene algún sentido, es interesante y puede servir como una forma de búsqueda de lo que soy.

Quienquiera que me acompañe, solo puedo darle las gracias.

martes, 12 de abril de 2011

Generaciones Pasadas II

El pasado pesa sobre mí de uno u otro modo, ya sean mis errores o los errores de los demás. El ver a mi padre en su lecho de muerte me hizo recordar la falta que me había hecho de uno u otro modo, cosa que mi herman@ también seguía correyendol@ a pesar de haberlo perdonado por sus acciones.

Después de divorciarse de mi madre, él tuvo una buena cantidad de relaciones con otras mujeres, incluyendo dos que lo acompañaron por buen tiempo y que lo llevaron a vivir de una manera alejada de la bebida. Eso no duró mucho, pues su genio y la muerte de una llevaron a mi padre a recaer de nuevo en el estilo de vida que conocía. ¿Y nosotros? Es es la pregunta que siempre tuve, y que de alguna razón tuve la respuesta conmigo: para él eramos el recuerdo de una vida anterior, diferente al camino que él había decidido tomar. Ésto solo me lo confirmó una respuesta entre sus estertores a la pregunta de ¿qué querías para mí? y su corta respuesta: "no quería que te pasara nada".

Cierto, nunca me pasó nada malo, y realmente su ausencia me hizo ser lo que soy ahora, con mis fallos y mis aciertos. Mas me dejó con una sensación que aún sigo luchando con ella: si soy lo suficientemente "bueno" mi padre vendrá conmigo y mi vida será mejor y diferente. Traté de ser el mejor toda mi vida, solo para darme cuenta de que él nunca vendría ,después transforme ese aspiración en  esperar de que alguien me sacaría de mi condición (cualquiera que esa fuese) y me daría una vida libre de preocupaciones. Al verlo tan débil y recordar toda su historia supe que él nunca podría haber sido quién yo esperaba, y que no dependía de mí que viniese, pues su corazón se encontraba en otro lugar, persiguiendo algo que jamás encontró.

Al entender esto solo me quedó algo que hacer: besarlo en la frente y decirle "te quiero".

Él murió días más tarde, no pude estar cuando paso.

domingo, 10 de abril de 2011

Generaciones Pasadas I

Cuando fui a visitarlo no lo reconocí. Me habían dado el número de cama y después de pasar por enfrente de él y terminar en el número contiguo, me di cuenta de que había pasado por alto a mi padre. Él estaba completamente irreconocible para mí: cabello blanco, cara enjuta casi cadavérica, ojos apagados y sumidos, mascarilla de oxígeno que escondía una boca abierta a la que me acostumbraría más adelante.

Lo más raro de todo es que no me importó, pues ese hombre se había ido de mi vida antes de que tuviera recuerdos.  Me senté a su lado y le hablé para que me reconociera, volteó su cara y ví en sus ojos que me había visto. Solo podía compartir su dolor como otro ser humano, y olvidar el resentimiento y  fijación de preguntarle el por qué siempre me había ignorado, por lo que nada más le tomé la mano y le pregunté si se encontraba bien.

Dicen que para conocer a un hombre hay que presentar a los abuelos, por lo que presentaré brevemente a este hombre y su padre, los cuales solo conozco de oídas, ya que mi abuelo murió antes de que naciera, y mi padre se contactó conmigo cuatro veces en la vida: una de ellas trayéndome un avión de juguete, dos de ellas viniendo a visitarme completamente borracho y la última una visita en su casa, donde no pudimos contactarnos por todo el tiempo que estuvimos separados, y solo desgranar maíz nos dio una actividad que realizar juntos. Mi abuelo murió en un accidente, hombre de numerosos descendientes, que tenía una vena alegre en su juventud pues contaban que cada vez que visitaba su pueblo natal, tomaba una guitarra y el jolgorio empezaba a su alrededor. Este carácter se agrió con el paso del tiempo, como se esperaba  de un anciano y murió de un golpe provocado por los bajos reflejos del alcohol.

Mi padre, contaban, era un hombre inteligente que le gustaba hacer negocios y que fue, en su tiempo, de los más estudiados de la familia. Sin embargo tenía puntos débiles: la bebida y la mujeres, no conozco el orden, por lo que solo sé que ambas lo acompañaron toda su vida, de uno u otro modo. Decían que cuando quería podía ser irresistible, lo cual conjuntado con su dinero podría explicar su éxito con las mujeres. Ese detalle tal vez expliqué por que la foto de casados de mis padres estuvo colgada varios años después de que se divorciaron, a pesar  de que los términos en que se separaron fueron bastante dolorosos: una historia de abusos, golpes, traiciones, infidelidades, consumo de alcohol,  empezando algunos de estos actos desde la primera semana del matrimonio. De alguna manera nacimos yo y mi herman@ mayor, por lo que quieralo o no heredé algo de su genética.